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Glutamato monosodico y la salud.

El glutamato monosódico (GMS), sal sódica del ácido
glutámico producida naturalmente por la Corynebacterium glutanicum, es un aminoácido no esencial, utilizado para potenciar el sabor en alimentos, salsas, frituras, carnes rojas y aves. Desde 1968 se describió su asociación con un grupo de características clínicas (adormecimiento cuello, cefalea, náuseas, vómito, diaforesis, palpitaciones, enrojecimiento). Del mismo modo, se ha demostrado una asociación débil con urticaria crónica con angioedema, rinitis alérgica y asma bronquial, dolor de cabeza, enrojecimiento sudoración, presión u opresión facial, entumecimiento, hormigueo o ardor en la cara, el cuello y otras áreas,
latidos cardíacos rápidos y acelerados (palpitaciones cardíacas), dolor en el pecho, náuseas y debilidad.

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Un estudio realizado en ratas por investigadores de la universidad del litoral, Argentina,  revelo que el consumo de GMS aumentó el peso corporal, el IMC, la circunferencia abdominal y la grasa retroperitoneal. Las ratas presentaron alteraciones en la tolerancia a la glucosa, hiperinsulinemia con resistencia a la insulina y dislipidemia. Los niveles de triglicéridos y de glucógeno hepáticos fueron significativamente mayores. La valoración histológica mostró que el GMS induce diferentes grados de degeneración, inflamación e hialinización en hepatocitos. La ingesta de GMS ejerció efectos sobre el metabolismo de los carbohidratos y lípidos, sin cambios importantes en el estado oxidativo pero con inducción de alteraciones de la histología hepática

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El glutamato monosódico (GMS), sal sódica del ácido
glutámico producida naturalmente por la Corynebacterium glutanicum, es un aminoácido no esencial, utilizado para potenciar el sabor en alimentos, salsas, frituras, carnes rojas y aves. Desde 1968 se describió su asociación con un grupo de características clínicas (adormecimiento cuello, cefalea, náuseas, vómito, diaforesis, palpitaciones, enrojecimiento). Del mismo modo, se ha demostrado una asociación débil con urticaria crónica con angioedema, rinitis alérgica y asma bronquial, dolor de cabeza, enrojecimiento sudoración, presión u opresión facial, entumecimiento, hormigueo o ardor en la cara, el cuello y otras áreas,
latidos cardíacos rápidos y acelerados (palpitaciones cardíacas), dolor en el pecho, náuseas y debilidad.

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Un estudio realizado en ratas por investigadores de la universidad del litoral, Argentina,  revelo que el consumo de GMS aumentó el peso corporal, el IMC, la circunferencia abdominal y la grasa retroperitoneal. Las ratas presentaron alteraciones en la tolerancia a la glucosa, hiperinsulinemia con resistencia a la insulina y dislipidemia. Los niveles de triglicéridos y de glucógeno hepáticos fueron significativamente mayores. La valoración histológica mostró que el GMS induce diferentes grados de degeneración, inflamación e hialinización en hepatocitos. La ingesta de GMS ejerció efectos sobre el metabolismo de los carbohidratos y lípidos, sin cambios importantes en el estado oxidativo pero con inducción de alteraciones de la histología hepática

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